Si es vd. autónomo, comerciante o
pequeño empresario que ha aplaudido la reforma laboral impuesta por el gobierno
a los trabajadores representados por las organizaciones sindicales, pensando
que es lo mejor para España, seria bueno que reflexionara sobre algunas
falacias que, probablemente, tenga en su cabeza.
1. Es cierto que tendrá ahora mayor
libertad para hacer con sus empleados aquello que considere oportuno, sin
necesidad de justificar o negociar con ellos, pero si cree que la productividad
en su negocio se garantiza mejor con la
cooperación de sus trabajadores, va a tener dificultades para
enfrentarse a la competencia desleal de sus colegas que piensen que el miedo y
la vara son la mejor forma de obtener ganancias. Así que si comulga con alguna
ideología de justicia social, tendrá que cabrearse en su Asociación Patronal por
incitarle a convertirse en un demonio.
2. Es cierto que con la reforma
podrá reducir el coste laboral y los salarios de su empresa, pero como todos
sus colegas van a hacer lo mismo, verá como disminuyen sus ventas o tendrá que
reducir sus precios, salvo que se especialice en el segmento de clientes de
rentas muy altas. No es necesario que le diga que son las regiones del norte de
España, con mayores salarios, las que mayores ganancias dejan también a sus
colegas. Así que reúnase con su Asociación Patronal y estudien cómo elevar
colectivamente la parte del pastel que se llevan los asalariados, ya que lo que
se quedan vds no es posible reinvertirlo por la baja demanda derivada de los bajos
salarios ¿ya no recuerda que era el
crédito lo que alimentaba el consumo antes de la crisis?
3. Y como vd es autónomo o pequeño
empresario, seguramente será proveedor o cliente de las grandes empresas, que
van a aprovechar la reforma laboral para exigirle que les traslade su ganancia
en costes salariales, reduciendo o
aumentando los precios a los que les vende o les compra. ¿Se ha detenido a
pensar que las grandes empresas con las que se relaciona y que generan directamente
menos del 30% del empleo total, se han llevado ya el 75% de lo que el conjunto
de los empresarios han recuperado en estos años de crisis, reduciendo salarios
o despidiendo trabajadores? ¿Es vd,
acaso, uno de los beneficiados por la transferencia de más de 70.000 millones
de euros de los salarios a los beneficios empresariales entre 2009 y 2011?
4. Si aún así, piensa que es más fácil
apretar los tornillos a sus trabajadores que a los banqueros, grandes cadenas
comerciales y grandes corporaciones con los que se relaciona, y que es verdad
que su negocio va a ir mal pero que siempre puede acudir al fraude fiscal para
redondear sus cuentas, le recuerdo que de los más de 60.000 millones de € en
los que se calcula ese fraude, el 75% procede de esos grandes empresarios y
que, por tanto, cuando vd defrauda gana menos de lo que pierde cuando defraudan
las grandes fortunas.
Y si le satisface que gracias a la
reforma, al menos, le será más fácil despedir a sus empleados, ya que está
entre esas empresas que destruirán más de 600.000 empleos este año (palabra del
Gobierno), le recuerdo que sus trabajadores son la fuente de sus beneficios,
que les debe de estar muy agradecido por el patrimonio acumulado y que igual vd.
tiene hijos o nietos cuyo porvenir será el trabajo asalariado, si es que lo
encuentran. Así que dedique la tarde a verificar si sus intereses personales
están más cerca de los trabajadores que de algunos colegas de su misma clase
social.
5. Entonces ¿quienes van a ganar con todo esto? Las grandes empresas y los bancos que les prestaron, ya que podrán sanear sus balances e internacionalizarse mejor a costa de sus asalariados y a costa de vd, autónomo y pequeño empresario que cegado por el lustre de pertenecer a la clase de los propietarios va a perder la dignidad y el bolsillo. Es cierto que si compite con países de bajos salarios podrá mantener su cuota de mercado, pero no se emocione porque esa pendiente conduce al colapso mundial, ya que hacen lo mismo todos los países vecinos y porque, le aseguro, todos a la vez no podemos ser China. Así que dígale a sus representantes en los gobiernos y organismos internacionales que “tanta avaricia rompe el saco”.
Si al final no le convence nada de lo leído,
pero es un ferviente defensor de la paz social, le auguro que para frenar la
ola de descontento que se avecina, una vez roto el pacto social que inauguró la
democracia hace 30 años, tendrá que rezar para que no resucite Franco. Como le
tengo por persona sensata e inteligente, confío en que animará a rectificar a la CEOE y al PP.
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