22 abr 2012

¡Habéis asesinado los sueños! (pesadilla neoliberal)


“…es urgente proveer de la manera oportuna al bien de las gentes de condición humilde, pues es mayoría la que se debate indecorosamente en una situación miserable y calamitosa, ya que,  disueltos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos, sin ningún apoyo que viniera a llenar su vacío, desentendiéndose las instituciones públicas y las leyes de la religión de nuestros antepasados, el tiempo fue insensiblemente entregando a los obreros, aislados e indefensos, a la inhumanidad de los empresarios y a la desenfrenada codicia de los competidores. Hizo aumentar el mal la voraz usura, que, reiteradamente condenada por la autoridad de la Iglesia, es practicada, no obstante, por hombres codiciosos y avaros bajo una apariencia distinta. Añádase a esto que no sólo la contratación del trabajo, sino también las relaciones comerciales de toda índole, se hallan sometidas al poder de unos pocos, hasta el punto de que un número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco menos que el yugo de la esclavitud a una muchedumbre infinita de proletarios

No. No es “El capital” de Karl Marx. No es el “Libro rojo de Mao. No es un escrito de denuncia de la O.I.T. ni de ningún sindicato en la actualidad. Ni tan siquiera de algún partido político de izquierdas, uno de esos partidos “radicales” anclados en la vieja ilusión del comunismo y en la vieja dialéctica del materialismo histórico.

Es nada más y nada menos, que la Encíclica RERUM NOVARUM promulgada por el Papa León XIII en… 1891!!!

Ni siquiera George Orwell pudo anticipar en su famosa 1984 (escrita en 1949) una descripción tan actual y acertada de la situación a la que hemos llegado 121 años después de esta Encíclica. La precisión con la se que apunta al origen de nuestros males (codicia y usura) y a los culpables (un número sumamente reducido de opulentos y adinerados) da simplemente escalofríos; al tiempo que, su propia autoría (el Papa de la Iglesia Católica) despeja cualquier sospecha de tendenciosidad o manipulación del mensaje.

En efecto, la Encíclica es, ante todo, una apasionada defensa de la inalienable dignidad de los trabajadores, pese a lo cual, se defiende el derecho a la propiedad privada y se condenan los planteamientos y prácticas socialistas, aunque se  admitan en parte las razones evidentes que llevaron a los obreros a organizarse y defenderse en un contexto histórico tan decisivo: la revolución industrial del siglo XIX.

Esta vuelta atrás, esta especia de ciencia-ficción al revés, es aplicable totalmente a la situación de crisis económica mundial y las causas y consecuencias que para la Humanidad han traído la Globalización y el triunfo de las políticas neoliberales:

El ENGAÑO, LA USURA, LA CODICIA, LA CONCENTRACIÓN DEL PODER Y DEL DINERO EN MANOS DE UNOS POCOS, LA PAULATINA DESMEMBRACIÓN DE LOS PODERES PÚBLICOS COMO LOS ÚNICOS GARANTES DEL BIENESTAR DE LOS MÁS DÉBILES (“La gente rica, protegida por sus propios recursos, necesita menos de la tutela pública; la clase humilde, por el contrario, carente de todo recurso, se confía principalmente al patrocinio del Estado”;  “los desvelos públicos han de prestar los debidos cuidados a la salvación y al bienestar de la clase proletaria; y si tal no hace, violará la justicia, que manda dar a cada uno lo que es suyo”, continua la RERUM NOVARUM) , Y LA INTOLERABLE SUBVERSIÓN DEL COMERCIO Y DEL TRABAJO DECENTE EN UN INMENSO CASINO  FINANCIERO QUE ATENTA CONTRA LAS PERSONAS Y CONTRA LA PROPIA SOSTENIBILIDAD DEL PLANETA; todo ello no son (por desgracia) cosas del siglo XIX, ni alegatos trasnochados de un católico decimonónico que desconoce los entramados de la economía moderna.   Visto lo acertado del diagnóstico por un experto (al menos en temas “morales”…) lo que queda no ya en entredicho sino en AUTÉNTICA MENTIRA son los planteamientos y las políticas neoliberales:

  • La competitividad no es una lid deportiva entre naciones para ver quién lo hace mejor, sino que es una carrera desenfrenada por obtener puros beneficios económicos en el corto plazo a costa de lo que sea y de quien sea. Ya no existe un objetivo social de la producción y el trabajo, sino un mero OPORTUNISMO por aprovechar todas las circunstancias y todo el poder para seguir detentando una posición de dominio económico.
  • La estrategia para competir se basa en el ENGAÑO (estafa generalizada) y la VIOLENCIA, sobre los recursos humanos (condiciones laborales en retroceso) y los propios medios de producción (agotamiento de los recursos naturales).
  • La justificación del empleo de tales tácticas y tales prácticas, es PRODUNDAMENTE INMORAL, y ya no puede esconderse por más tiempo en un discurso paternalista, donde las víctimas no tenemos derecho a protestar por las consecuencias sufridas, y mucho menos a poner en entredicho la viabilidad y la lógica de las terribles medidas que se nos imponen “por nuestro propio bien”.
  • La connivencia ideológica y política van más allá de propiciar o facilitar este latrocinio universal, sino que forman parte intrínseca del mismo, tal y como quedó plasmado de manera magistral en la trilogía de “El Padrino”, de Francis Ford Coppola: auténtica Biblia moderna para el que quiera entender.

La pregunta, la gran pregunta que subyace es: ¿Cómo pudimos pasar en tan corto espacio de tiempo, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) a la declaración de la economía libre y autorregulada, sin más pautas y objetivos que los propios de las transacciones mercantiles” del tandem Reagan/Thatcher de los años 80’? Y sobre todo, ¿Cómo pudimos pasar tan rápidamente a ese estado general de moralidad suspendida, de amnesia por la justicia social?

¿Qué extraño virus fue inoculado en las mentes de generaciones enteras para que perdiéramos, uno por uno, todos los principios que ayudaron a regenerar el mundo tras la Segunda Guerra Mundial?

¿Por qué no hay nada más que dinero para unos y precariedad para todos en el horizonte neoliberal? Es más, ¿Por qué parece que ya no hay horizonte? ¿Será porque el robo realizado es, además de material, claramente un robo moral?

¿Será que matar no sólo el cuerpo sino el alma, es lo realmente importante para que siga el negocio?

León Felipe, poeta prometeico y exiliado, escribía la ODA ROTA en su libro “Del poeta maldito” (México, 1941, 1942, 1944):
Con las carlangas y los lorigones
que os ciñeron los yanquis de férreas púas erizadas
defendisteis feroces
todo lo que custodian los bull-dogs:
el palacio,
la lonja,
el parlamento
y los altares llenos de bellotas y de estiércol
donde siguen haciendo transacciones
los mismos mercaderes que sobornaron a Caifás.

Todo lo que se pesa, todo lo que se compra,
todo lo que se mide y que se cuenta
lo habéis defendido como perros
y todo se ha salvado… ¡todo! …
Pero habéis asesinado los sueños,
¿oísteis?
¡HABÉIS ASESINADO LOS SUEÑOS!

Hay una rebelión primera, un rechazo puro y primigenio, una ráfaga de razón y de emoción humana que debe espantar y destruir este discurso de la doctrina neoliberal destinado a aniquilar la verdadera esencia de la solidaridad y llevar  a toda la sociedad a la bancarrota, no ya financiera, sino moral.

Esta rebelión rompería el cerco de miedo en el que nos han colocado, y allanaría el camino del conocimiento, para tener la oportunidad de volver a ser ciudadanos libres.

Esta rebelión es hoy más necesaria que nunca. Porque, de lo contrario, habrán matado nuestro último reducto inmaterial: ¡habrán asesinado los sueños!


Bartolomé Nieto, miembro del Comité Científico de ATTAC Alacant.


 

2 comentarios:

Totalmente de acuerdo; pero no creo que asesinen solo a los sueños, también a las personas.
El FMI considera peligroso que la esperanza de vida se prolongue.
Hace años que en USA la combinación de mala calidad, o ausencia, de la asistencia médica de los pobres y la promoción de la comida basura (por publicidad y precio), suponen de facto un genocidio para los pobres. La epidemia de obesidad, diabetes, hipertensión, etc garantizan que la supervivencia de los pobres más allá de la edad de jubilación será escasa y, por tanto, no representarán un coste elevado. Se les permite vivir mientras contribuyen a un sistema de seguridad social que solo los adinerados llegarán a disfrutar.
En Europa, mientras desmantelan la sanidad pública, van avanzando "otras terapias" (1750 suicidios en Grecia en dos años, dos diarios en Italia de trabajadores y pequeños autónomos).
Sigue así ¡Para la cordura siempre hay tiempo!

genial, la fuerza de los argumentos traspasa los siglos y las procedencias ideológicas, se trata del ser humano y de sus sueños. seguimos en la brecha aunque no llegue a trinchera. saludos.

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