26 abr 2012

Sin demanda, no hay empleo ni negocio que se sostenga



Si es vd. autónomo, comerciante o pequeño empresario que ha aplaudido la reforma laboral impuesta por el gobierno a los trabajadores representados por las organizaciones sindicales, pensando que es lo mejor para España, seria bueno que reflexionara sobre algunas falacias que, probablemente, tenga en su cabeza.

            1. Es cierto que tendrá ahora mayor libertad para hacer con sus empleados aquello que considere oportuno, sin necesidad de justificar o negociar con ellos, pero si cree que la productividad en su negocio se garantiza mejor con la  cooperación de sus trabajadores, va a tener dificultades para enfrentarse a la competencia desleal de sus colegas que piensen que el miedo y la vara son la mejor forma de obtener ganancias. Así que si comulga con alguna ideología de justicia social, tendrá que cabrearse en su Asociación Patronal por incitarle a convertirse en un demonio.

            2. Es cierto que con la reforma podrá reducir el coste laboral y los salarios de su empresa, pero como todos sus colegas van a hacer lo mismo, verá como disminuyen sus ventas o tendrá que reducir sus precios, salvo que se especialice en el segmento de clientes de rentas muy altas. No es necesario que le diga que son las regiones del norte de España, con mayores salarios, las que mayores ganancias dejan también a sus colegas. Así que reúnase con su Asociación Patronal y estudien cómo elevar colectivamente la parte del pastel que se llevan los asalariados, ya que lo que se quedan vds no es posible reinvertirlo por la baja demanda derivada de los bajos salarios  ¿ya no recuerda que era el crédito lo que alimentaba el consumo antes de la  crisis?

3. Y como vd es autónomo o pequeño empresario, seguramente será proveedor o cliente de las grandes empresas, que van a aprovechar la reforma laboral para exigirle que les traslade su ganancia en costes salariales, reduciendo  o aumentando los precios a los que les vende o les compra. ¿Se ha detenido a pensar que las grandes empresas con las que se relaciona y que generan directamente menos del 30% del empleo total, se han llevado ya el 75% de lo que el conjunto de los empresarios han recuperado en estos años de crisis, reduciendo salarios o despidiendo trabajadores?  ¿Es vd, acaso, uno de los beneficiados por la transferencia de más de 70.000 millones de euros de los salarios a los beneficios empresariales  entre 2009 y 2011?

4. Si aún así, piensa que es más fácil apretar los tornillos a sus trabajadores que a los banqueros, grandes cadenas comerciales y grandes corporaciones con los que se relaciona, y que es verdad que su negocio va a ir mal pero que siempre puede acudir al fraude fiscal para redondear sus cuentas, le recuerdo que de los más de 60.000 millones de € en los que se calcula ese fraude, el 75% procede de esos grandes empresarios y que, por tanto, cuando vd defrauda gana menos de lo que pierde cuando defraudan las grandes fortunas.
Y si le satisface que gracias a la reforma, al menos, le será más fácil despedir a sus empleados, ya que está entre esas empresas que destruirán más de 600.000 empleos este año (palabra del Gobierno), le recuerdo que sus trabajadores son la fuente de sus beneficios, que les debe de estar muy agradecido por el patrimonio acumulado y que igual vd. tiene hijos o nietos cuyo porvenir será el trabajo asalariado, si es que lo encuentran. Así que dedique la tarde a verificar si sus intereses personales están más cerca de los trabajadores que de algunos colegas de su misma clase social.


5. Entonces ¿quienes van a ganar con todo esto? Las grandes empresas y los bancos que les prestaron, ya que podrán sanear sus balances e internacionalizarse mejor a costa de sus asalariados y a costa de vd, autónomo y pequeño empresario que cegado por el lustre de pertenecer a la clase de los propietarios va a perder la dignidad y el bolsillo. Es cierto que si  compite con países de bajos salarios podrá mantener su cuota de mercado, pero no se emocione porque esa pendiente conduce al colapso mundial, ya que hacen lo mismo todos los países vecinos y porque, le aseguro, todos a la vez no podemos ser China. Así que dígale a sus representantes en los gobiernos y organismos internacionales que “tanta avaricia rompe el saco”.

Si al final no le convence nada de lo leído, pero es un ferviente defensor de la paz social, le auguro que para frenar la ola de descontento que se avecina, una vez roto el pacto social que inauguró la democracia hace 30 años, tendrá que rezar para que no resucite Franco. Como le tengo por persona sensata e inteligente, confío en que animará a rectificar a la CEOE y al PP.  


Clemente Hernández, miembro del Comité de Coordinación y del Comité Científico de ATTAC-Alacant


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